Recknor, el implacable. Recknor llegó a la fronteriza ciudad de Varenheim y pronto se convirtió en el herrero mayor del condado. Su presencia cada vez más demandada en la capital, le obligaba a pasar largas temporadas lejos de su familia.
Cuando Varenheim fue sitiada, Recknor suplicó a su señor que liberase la ciudad para salvar a los suyos. El Duque no faltó a su obligación, pero se demoró demasiado tomando precauciones y fue tarde para muchos de sus habitantes incluida la familia de Recknor.
Al enterarse, se armó y se abrió camino a la fuerza desde la forja hasta la sala del trono matando a quien se le opuso hasta acabar con la vida del duque. “Era solo cuestión de coger las armas y luchar, mi señor”.
Desgraciadamente, nadie quedaba vivo para aprender la lección.