Las Alimañas son fácilmente reconocibles por su imponente complexión y su aura de malicia. Elegidas de entre las crías más prometedoras (generalmente tras haber devorado a muchos de su camada), son sometidas a regímenes de entrenamiento especialmente brutales por parte de sus Garraseñores. El resultado son soldados capaces de luchar con un grado de precisión y concentración poco común en los de su especie.