Las Tomb Blades se desplazan en una trayectoria peculiar para una aeronave de su tipo, pues no siguen los vectores de ataque rectilíneos de otras motocicletas a reacción y cazas. A menudo trazan órbitas en espiral alrededor del campo de batalla en vez de tomar una ruta más directa. Ningún piloto de carne y hueso podría realizar una aproximación tan anárquica sin sucumbir a los desmayos y las náuseas, peligros a los que las máquinas son inmunes. Los Tomb Blades suelen adelantarse al grueso del ejército para atacar posiciones con pocas defensas, convoyes de suministros y otros blancos de oportunidad. Como los Tomb Blades tienen un avance impredecible, la única pista de su proximidad es el chirrido de sus repulsores dimensionales. En ese momento, los enemigos más astutos buscan cobertura mientras el resto se desintegra cuando el aire a su alrededor explota en un destello de energía inestable.